lunes, abril 10, 2006

Poniendo las cosas en orden.



No soy un tipo violento.
Viernes. Salgo de la agencia temprano, paso por mi casa, agarro la mochila y me voy a nadar. Después, cena con amigos y más tarde, una fiesta. Un panorama hermoso por delante.

Termino de comer y emprendo el regreso en bici a casa. Altamente motivado por la música que venía escuchando (Linking Park) tomo un atajo: cruzo del otro lado de Cramer, subo a la vereda, doblo a toda velocidad en la esquina, bajo a la calle de contramano una cuadra y después, 2 calles más hasta arribar a destino. Mientras me encontraba extasiado en medio de mi maniobra, veo que en sentido contrario viene un auto. Como yo tenía que doblar no me preocupo, oh casualidad, el también tenía que doblar, convirtiendo todo en un espectáculo de precisión aérea. De repente, mi partenaire me traiciona y, en lugar de seguir derecho, decide estacionar de trompa sin importarle que yo volaba a la par. Logro evadir la embestida y, en algo que duró menos de un segundo, miro su cara para tratar de detectar si no me vio o que pasó. Me doy cuenta de que me había visto, lo había planeado y, sobre todo, tenía unas ganas de pelearse que lo rebalsaban. Yo no lo podía creer. ¡Qué manera de intentar iniciar una pelea, casi matando a tu contrincante! Sumido en un estado de shock, decido no darle el gusto de una paliza de viernes por la noche (reconociendo que era un remisero y que al estar en la puerta de la remisería me superaban ampliamente en número).
Todavía conmocionado por los hechos, elucubro alguna estrategia de venganza:
llamo, pido un remís y cuando aparece lo cago a golpes; llamo, pido que me manden un remís y le doy una dirección en la loma del orto. No hago nada y me queda un sabor a injusticia en la boca.

Me despierto el sábado a la mañana, voy a entrenar en bicicleta, todos los recuerdos se habían borrado hasta el momento en que veo su auto estacionado, la ventana abierta y al potencial asesino durmiendo plácidamente en su asiento reclinado. Mientras me deslizaba grácilmente, comienzo a aclarar mi garganta, tomar medidas de referencia, evaluar el viento, velocidad y fuerza de gravedad. A menos de un metro de mi objetivo, ya con una sustancia viscosa en la boca (producto de una resaca moderada) me preparo para disparar y así ponerle punto final a un tremendo abuso de materialidad. BULLEYE! OBJETIVO ALCANZADO. Acelero y pienso que si me vio, su reacción va a ser intentar pasarme por encima. ADRENALINE RUSH, haciendo un despliegue de conducción evasiva miro hacia atrás pensando: ahora la injusticia junto con el remisero quedaron atrás…

7 Comments:

Blogger ladelmono said...

Soy testigo que el niñoverde no aplica la violencia a menos que sea por extrema urgencia. En mas de una oportunidad la vida nos encontró en situaciones tensas que el supo dominar con la palabra como su única arma. Pese a esto, mi apoyo incondicional al remisero que amaneció el día sábado con eso encima. Se comenta que quedó ciego.

1:13 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Enfermito Vengativo
Desde porto alegre, comentando la saliba radioactiva de nuestro amigo, solo puedo decir: dios no existe si permitio que algo asi suceda.
Esto me recuerda el viernes anterior, salimos con nuestros dos amigos colombianos, y fuimos al encuentro de otros tres norteamericanos. El encuentro fue en un bar en donde habia una banda que tocaba covers en ingles, pero la persona que cantaba, no "cantaba" por asi decirlo, sino que emitia sonidos intentando reproducir lo que alguna vez habra escuchado en un disco. Este lugar era servido por mozos vestidos al estilo "la naranja mecanica" con sombreros y caras de loco, que miraban son un sadismo muy paricular en su gesto. Acompañando este servicio, unos precios impagables. En fin, no viene al caso, ya que de ahi fuimos a un bar de mala muerte en el que los americanos por aburrimiento solamente compraron una botella de tequila la cual nos bajamos en muy corto tiempo. Tal es asi que 10 minutos despues (creo que habran sido un par de horas en realidad) nos dimos cuenta que el lugar estaba vacio y solo nosotros bailabamos con todos los mozos en ronda al rededor nuestro. Ese tequila estaba fallado, dado que tuve que sacarlo de mi cuerpo involuntariamente, mientras agonizaba y pensaba.... es la venganza de arielito... por aquella vez..

10:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No quiero parecer un mártir y para nada estoy de acuerdo con la política
cristiana de entregar la otra mejilla cuando nos han golpeado en la primera.
Pero quiero destacar que la violencia se alberga en nosotros como un gigante
dormido y generalmente hay alguien dispuesto a despertarlo.
Lejos de condenar alguna actitud, querido niño verde, quiero compartir
contigo un pensamiento que desde hace varios años vengo elaborando.
Considero que en el mundo existen lo que vulgarmente llamamos "puntos de
vista" y que yo prefiero denominar "universos singulares".
Desde tiempos inmemoriales, la raza humana ha sabido proveerse de leyes para
vivir en armonía. Cuando la ley no ha sido la constitución, ha sido la
religión o la ética misma.
¿Pero que hubiera sucedido si nunca se hubiera considerado, por ejemplo, que
matar era injusto o poco sano?
¿Si Dios nunca le hubiera dicho a algún profeta esquizofrénico que robar era
malo?
Lejos de justificarlo, creo que cada quien hace sus propias leyes, porque
acepta este sistema imperfecto, pero no lo comparte. De modo que crea este
universo singular, donde arma su propia ética.
Te recuerdo que probablemente un ladrón considere que robar no es
incorrecto, porque es injusto que otro tenga más que él.
De modo que creo que en tu caso, la violencia está justificada desde este
universo singular que hubiera creado tu amigo el remisero, porque
probablemente hayas violado alguna regla en el suyo.

Sin mas que esperar que mis palabras hayan sido de alguna utilidad, aunque
mas no sea para hacerte perder el tiempo, te saludo muy cordialmente.

Tu amigo de siempre.

Mirta

2:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo no lo conozco al remisero, ni tampoco al dueño de la historia, pero como ser humano que anda en bicicleta por el barrio de saavedra, tengo que darle la derecha al ninio que saca unos buenos verdes. Seguro se lo merecía. Respeten al ciclista o fumense su saliba. Es más, a partir de esta pagina inicio el movimiento ecologista de los ciclistas: "no me respetas y te ligás un verde".
A todos aquellos que apoyen esta moción los espero los primeros domingos del mes en el obelisco o los veo salibando maleducados por cualquier arteria de nuestra querida ciudad de Buenos Aires.

2:32 p. m.  
Blogger Andy W said...

IDOLO!

7:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pibe: me preocupa lo que te haya pasado mas adelante, dado que la última imagen tuya, demuestra la cabeza reclinada hacia atrás ("miro hacia atras pensando").
Moraleja: mirá para adelante porque te la vas a poner de nuevo!!!

5:37 p. m.  
Blogger Los Vocalino said...

Andy W, me meti en werner, gracias por postearlo.

Gaba, es verdad no queda bien, podrias probar meterte en el auto y empezar a gritar que te esta metiendo mano. No se es el tipo de venganzas que me gustan. Potenciar la debilidad o algo asi.

1:31 p. m.  

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