viernes, agosto 04, 2006

Preguntas que se deberían hacer en una entrevista laboral.

No trabajo en recursos humanos.
No estoy interesado por el momento, pero valoro el interés puesto en tratar de sacarle la ficha a alguien en un lapso de tiempo relativamente corto. Sobre todo si ese alguien está tratando de caerte lo mejor posible. Menester policial, detectivesco o casi de San Pedro cruzado con patovica de boliche decidiendo si sos digno de entrar o no.

De todas las entrevistas en las que participé, lo que siempre me llamó la atención son esas preguntas que intentan romper el molde, demostrarte lo vivo que el entrevistador es, o hacerte pisar el palito. Muy calculadas, poco frescas, enlatadas, recitadas con algún ajuste en el foco de una mirada vacía: ¿De dónde conocés a fulano? ¿Qué hacés en tu tiempo libre? ¿Tenés novia/o? ¿Hace cuánto? ¿Viven juntos? ¿Por qué?

A continuación, si yo fuese el que te tendría que preguntar, va una lista de mi artillería.

1 ¿Qué preferís: perder la vista o el oído?
2 Si pudieses desintegrarte y materializarte por lo que queda del resto del día de hoy, sabiendo que volvés acá al finalizar la jornada laboral: ¿A dónde irías?
3 ¿Llevarías a alguien? Acá hay que poner muchísima antención. Se trata de una verdadera pregunta engañosa. Por ejemplo, si el entrevistado pregunta: "pero eh, ¿me dan plata?" o "pero ¿qué hago?, ¿paso ticket?", descartenló. No es una persona de coleccionar experiencias.
4 Esta es sólo para varones: ¿qué preferís que te rompan el orto con una pija bien chiquitita o tener que chupar una verga bien grande? De más está aclarar que el trato es hasta que el acto quede consumado.
5 Si pudieses volverte invisible, ¿qué es lo primero que harías?
6 Te van a cortar un servicio y podés elegir, ¿qué preferís: el agua, el gas o la electricidad?
7 ¿Gusta un bombón?

5 Comments:

Blogger Violeta Increíble said...

Ok. Acá vamos.
Canté pri para responder...

1- Como preferir, no prefiero nada. Pero bue, si hay que sacrificar algo que sea la vista. No concibo un mundo sin sonidos.
2- A Springfield, a la casa de los Flanders a aprenderme todas las palabras diminutivas posibles y después iría a tomar con Otto unas cervezas a lo de Moe.
3- No. Algunas experiencias se viven en soledad.
4- ¿Por qué sólo para varones? ¿O acaso te pensás que los ortos de las mujeres no se rompen con pijas chiquitas y que chupamos pijas porque las vemos como paragüitas de chocolate?
5- OH...es muy largo. De todos modos, YO YA SOY invisible.
6- Cualquier cosa menos la banda ancha. A la internet (y sus beneficios extra) no me la toques porque se pudre todo, se pudre.
7- No, esos gelatinosos, gomosos y colorantosos me dan asco. Si tenés de chocolate, encantada.

¿Cuándo me van a llamar?

9:35 p. m.  
Blogger Juan Cenóz said...

mis respuestas estan a continuación.
1) definitivamente prefiero perder el oido. te lo dice uno que ve bastante mal, pero oye bien. supongo que te pregunta apunta a una perdida total y en ese caso es que te digo que prefiero perder el oido. hay mucha cosa linda para ver y demasiada boludez para escuchar.
2) siendo las dos de la tarde y no habiendo almorzado, me gustaria materializarme en un barcete en la playa, pedirme una rabas, una birra y quedarme escuchando reggae.
3) sin duda llevaria un acompañante femenino. No importa cuan buena este, si que le calce bien la bikini. y que no me venga con comentarios del tipo "estan re grasosas estas rabas". no hay coca ligth? porque linea pepsi no tomo.
4) vamos con la verga grande. al toque me clavó un beldent y a la mierda con la experiencia. el culo no lo cedo ni por un millon de dolares. ba, por un millon de dolares puede ser.
5) me subiria al minicooper del diego y lo acompañaria en un tour loco.
6) el gas. si dudas. pido delivery a morir y me caliento prendiendo los listones de madera del piso. sin agua no te bañas. sin electricidad no hay tele, musica, playstation ni luz para leer de noche.
7) de los bombones prefiero el asesino. en su defecto paso.

2:17 p. m.  
Blogger ladelmono said...

Me veo acostado en una playa del norte de Brasil con mi mujer, viendo colas turgentes a mansalva y sin percatarme de sus quejas debido a mi reciente sordera. A la noche luego de chupar un par de Antárticas, me chuparía una buena verga sin escuchar las risas de los demás borrachos ni los gritos de asco de mi mujer pero por sobretodo manteniendo el invicto de atrás. A la mañana siguiente me volvería invisible y le metería un abacashi en el orto al negro que me hizo chupársela, y me iría directo al aeropuerto que me esperaría sin gas ni agua, pero con una luz hermosa que me permitirá pisar nuevamente tierra argentina. No gracias, cuando viajo en avión no como nada.

11:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

MOSCU (The Sunday Times).- La entrevista laboral parecía ir bien para Natasha Grishkina, una gerente de relaciones públicas moscovita de 26 años. Las preguntas eran directas y la entrevistadora se mostraba amistosa. De pronto, el ambiente cambió. La mujer empezó a gritarle. La acusó de mentir respecto a su idoneidad y la insultó. "¡Salga de aquí!", dijo finalmente, arrojándole el currículum.
Al día siguiente, la misma reclutadora le telefoneó para ofrecerle el puesto. Le explicó que había fingido ser hostil para ver cómo reaccionaba ante situaciones difíciles. "Mi indignación fue tal que la mandé al diablo", cuenta Grishkina.
A medida que aumentan su competitividad, las empresas rusas recurren cada vez más a la stressovoye ( entrevista estresante ) como un medio de reclutar el mejor personal jerárquico. Los entrevistadores insultan a gritos a los candidatos, les hacen preguntas íntimas y les tiran agua.
Elena Agoshina, una asistente de personal de 32 años, salió furibunda de una agencia moscovita cuando la reclutadora, tras haberla felicitado por el éxito de la entrevista, le dijo que sólo restaba una pequeña formalidad. "A su futuro jefe le gustan las mujeres de rasgos escandinavos -le explicó-. Antes de darle el puesto, tendremos que teñirle el pelo y hacerle una pequeña cirugía plástica en nariz y labios. Pero no se preocupe, nosotros correremos con todos los gastos."
"A esa altura me sentí tan humillada que salí dando un portazo -recuerda Agoshina-. Por supuesto, no aprobé la prueba. No tuve más noticias de ellos."
Los reclutadores alegan que los métodos no convencionales les ayudan a evaluar con mayor precisión a los candidatos. Dicen que arrojar un vaso de agua al rostro del entrevistado es un ardid especialmente revelador. Si él reacciona en forma agresiva, le atribuyen un carácter fuerte y dotes de liderazgo. Si la humillación no provoca en él reacción alguna es un candidato ideal para el jefe que busque un asistente sumiso, poco ambicioso, que no constituya una amenaza. "Es un método muy eficaz porque revela efectivamente el verdadero carácter de una persona"

1:06 p. m.  
Blogger Los Vocalino said...

Voy yo:
1 prefiero perder el oído, me sería mas fácil abstraerme/2 a la estratófera, donde va superman cuando no entiende nada/ 3 no, solo con un par de calzas bien apretadas y una capa/4 la shiiquita, pasemos a la que sigue/5 a mirarme a un espejo/6 el gas/7 ya tengo, gracias.

9:32 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Free Counter
Counters